
Precisamente es este punto el que requiere nuestra atención. La proliferación de códigos QR se basa, en muchísimos casos, en ofrecer al consumidor información poco relevante, lo que unido al hecho de que empiezan a perder su carácter novedoso entre muchos usuarios hace que las empresas deban innovar si realmente quieren aprovechar esta herramienta en sus campañas de marketing.
Y es que se ha hecho indispensable buscar nuevos usos más allá del simple bombardeo de información corporativa o de producto que no aporta nada nuevo y al que, por desgracia, estamos tan acostumbrados. Si de verdad queremos que esta herramienta sea atractiva para los consumidores debemos ir más allá, buscar la innovación y proporcionarles un plus, ya sea éste de tipo lúdico, económico (en forma de descuentos), etc.
Uno de esos usos lo encontramos en Guinness, que ha desarrollado de la mano de BBDO una curiosa manera de promocionar su cerveza negra. La agencia ha elaborado una edición especial de vasos con un código QR impreso en color blanco que sólo se hace visible al llenar el vaso. Eso sí, para poder escanearlo y que el lector lo reconozca, es necesario que el líquido empleado sea negro. Una vez activado, el código en cuestión permite, entre otras acciones, compartir la ‘degustación’ en diferentes redes sociales. Curioso, ¿no?
Y tú, ¿te has sumado a la fiebre de los códigos QR?