miércoles, 25 de enero de 2012

Cosas del retargeting

Lo confieso. Soy de las que borran las cookies. Y si tengo el día tonto, por borrar borro hasta el caché. Hasta hace unas semanas, lo hacía más bien por costumbre. Si algún día tuve un objetivo, éste quedó en el olvido hace tiempo. 
Reconozco que esta práctica (y más cuando a una le ha dado por esto de la analítica web) será pasto de vuestros mordaces comentarios en cuanto publique este post. Los asumiré estoicamente, qué remedio. Me lo he ganado a pulso. El caso es que espero encontrar algo de clemencia en cuanto os relate lo que me ocurre. 
Los entendidos en el universo digital lo llaman ‘retargeting o remarketing’, en mi caso, creo que empieza a ser más bien una persecución. Para los que aún no conocen de qué va esto, se trata básicamente de una estrategia mediante la que se busca, simple y llanamente, incrementar las ventas.
Para que se entienda mejor: las marcas aprovechan las visitas de los usuarios que previamente se han interesado en ellas para ofrecerles una suerte de publicidad a la carta (vamos que te siguen con su publicidad allá donde vas para que no se te olvide lo que buscabas y vuelvas para comprarlo). Este ‘seguimiento’ del usuario se realiza por medio de las cookies y el rastro de la navegación.
Entiendo que bien utilizado es una herramienta poderosa. ¿A qué comercio off-line no le gustaría poder identificar al cliente que se ha ido de su tienda con las manos vacías y enviarle publicidad de aquellos productos que ha estado mirando? El problema es que, en mi opinión, esta práctica sólo es útil bien utilizada (ofreciendo un plus al cliente) y en pequeñas dosis. De lo contrario, cansa. Y mucho. Se corre el peligro de agobiarle y hacer que su percepción sobre nuestra marca varíe. Y a peor.
A mí me ha pasado. Durante una semana (hasta que me entró la fiebre del ‘borrar todo’) he sufrido apariciones, impresiones y todo tipo de ‘poltergeist publicitarios’ en forma de vestido negro. Me ha perseguido día y noche. Que leía la prensa, ahí estaba. De repente, aparecía en un blog. Si entraba al correo, lo intuía a mi derecha por el rabillo del ojo... A veces hasta parecía moverse. Qué terror. 
Sólo puedo decir que enhorabuena a la marca. Lo ha conseguido: ha perdido a una más que posible cliente (me aterra pensar qué serán capaces de hacer si algún día materializo una compra). Al resto, a los que ya practican el retargeting o a los que se lo están pensando, únicamente un consejo: mesura. Las herramientas están ahí para utilizarlas, pero a nadie le gusta sentirse acosado. 

miércoles, 18 de enero de 2012

Garantías en la compra online


Hasta ahora se ha hablado y mucho de la influencia que los e-commerce tienen en las tiendas físicas (aquello de buscar y comparar online, para  luego comprar en una tienda de las de toda la vida). Desconfiados que somos.
De un tiempo a esta parte, yo lo estoy haciendo a la inversa. Y es que no sé si es cosa mía o las rebajas no son lo que eran. Al menos offline. Y como en las tiendas no encuentro nada (salvo colas y modelos que compré hace quinquenios), me he lanzado a la caza de la ganga de temporada, eso sí, por internet. Al menos en mi caso, el resultado compensa. Y al parecer no soy la única. 
El comercio electrónico sigue creciendo. De hecho, en el segundo trimestre de 2011 se alcanzó un nuevo récord de facturación en España: 2.322 millones de euros. Es decir, un aumento del 26,5% respecto al segundo trimestre de 2010.
Sin embargo, y pese a estas cifras tan halagüeñas, son muchos más los que curiosean y se van. ¿Acaso no hemos superado ya las reticencias iniciales en cuestiones como la seguridad o es que muchas empresas no lo están haciendo bien?
Sea cual sea vuestro caso, aquí os dejo algunas cuestiones básicas que todo e-commerce debe cumplir para garantizar que, como usuarios, no abandonemos en medio del proceso.

  • Ante todo, claridad y sencillez: tanto en la información de los productos (que debe ser útil si queremos facilitar que la visita se traduzca en una compra), como en las condiciones de uso, políticas de devolución, coste del transporte, etc.
  • Credibilidad, confianza y seguridad: básico dada la naturaleza de los datos que vamos a manejar. En este punto, no debemos olvidar aspectos como facilitar la posibilidad de contacto (el contar con un servicio de atención al cliente es vital), mostrar la organización que hay detrás, ofrecer las máximas garantías, pagos seguros...
  • Agilidad: es importante reducir el número de pasos que el cliente debe dar para realizar la compra.
  • Solicitar sólo los datos necesarios: obligar al usuario a rellenar interminables formularios es la mejor garantía para perder un cliente. 
  • Y en caso de duda: el servicio de ayuda siempre debe estar a mano. No lo escondas.
Y tú, ¿aún desconfías de la compra online?

viernes, 13 de enero de 2012

El regreso de las Especies 2.0

Hace unos meses creé esta cabecera con el fin de compartir mis avances, inquietudes y experiencias en un mundo tecnológico que, en muchos casos, avanza más rápido de lo que somos capaces de asimilar. Por aquel entonces os hablaba de cómo las pantallas se han colado en nuestras vidas y de cómo, poco a poco, nos estamos convirtiendo en especies 2.0 dentro de este ecosistema digital en el que habitamos. 
Retomo ahora esta experiencia con el ánimo de seguir avanzando, de dar un paso más en mi particular conversión a especie 2.0. Espero que los contenidos, ligados a la comunicación y al marketing digital, os gusten. 
Estáis invitados a participar.
Regresamos...