miércoles, 28 de marzo de 2012

En el olvido digital


Subir una fotografía a Facebook, realizar un comentario en Twitter o dejar un reguero de datos personales cuando interactuamos por internet se ha convertido para muchos en una actividad cotidiana más. Sin embargo, de lo que no siempre somos conscientes es de que ese material está, no sólo al alcance de todos a golpe de ratón, sino, lo más importante, por tiempo indefinido para aquellos que saben buscar o disponen del tiempo o las motivaciones necesarias para hacerlo.  
Este rastro que vamos dejando en internet forma, junto con lo que terceros opinan de nosotros, nuestra imagen digital, una imagen que en esta era 2.0 es más pública y sensible que nunca. Cada comentario, imagen, check-in o actualización va engrosando nuestra existencia digital que queda expuesta no sólo ante nuestro círculo más cercano, sino ante cualquier persona con acceso a internet. 
¿Hasta qué punto puede perjudicarte la foto de aquella fiesta que subió tu mejor amigo? ¿Y aquel vídeo? ¿Sabes qué imagen proyectas en la red? Y lo más importante: ¿puede ésta volverse en tu contra? 
Para que nuestro paso por internet no nos pase factura han surgido nuevas demandas relacionadas con la privacidad y el uso de nuestros datos personales. Unos datos que, en la mayoría de los casos, nosotros mismos hemos compartido voluntariamente. La frontera entre lo público y lo privado se diluye y es en este punto en el que han empezado a surgir voces reivindicando el denominado ‘derecho al olvido’. El objetivo es claro: poder borrar de internet nuestra información ‘sensible’ con el fin de preservar nuestra privacidad. 
Precisamente la Comisión Europea presentó a finales del mes de enero una propuesta para que los ciudadanos puedan solicitar a las empresas de internet la eliminación de sus datos y fotografías de la red de forma inmediata y completa. Esta norma, con la que se pretende garantizar un ‘derecho al olvido’ efectivo, contemplará, además, otros aspectos como la ‘privacidad por defecto’ en los accesos a redes sociales. Sin embargo, el camino es lento (la norma no entrará en vigor antes de dos años), aunque hace tiempo que existen en internet empresas y herramientas que permiten borrar nuestra imagen digital (o al menos relegar la información negativa al abismo de los últimos puestos de los buscadores).
Así que antes de tener que recurrir a medidas drásticas, utiliza el sentido común. Piensa antes de ‘compartir’ y monitoriza lo que se dice de ti. Ten presente que los comentarios negativos tardan más en ‘olvidarse’, especialmente en la red donde la memoria queda a un click de ratón.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Google Analytics: certificada y más

Los que me conocéis medianamente bien sabéis que llevo un par de meses inmersa en el aprendizaje de analítica web. Y los que me conocéis un poco mejor a estas alturas estaréis ya hartos de oírme hablar del tema. Anda que no os queda nada. 
Reconozco que desde que inicié este nuevo camino en el marketing digital, la analítica web fue uno de los aspectos que más me atrajo. Y, después de estas últimas semanas, esa atracción no ha hecho sino crecer. 
Cuando me enteré de la existencia de un curso sobre el tema en Bilbao me matriculé sin pensármelo dos veces (Google Analytics y en casa, qué más se puede pedir). Diez semanas después el balance es mejor de lo esperado y no sólo porque haya conseguido la Certificación Individual en Google Analytics (si no lo digo, reviento), sino porque realmente he aprendido y mucho.
Y en esto han tenido que ver los profesores: Asier Barainka e Iñaki Gorostiza, que han preparado unas clases amenas, prácticas y sí, divertidas (incluso con expresiones regulares y líneas de código de por medio -quién me lo iba a decir-) y mis propios compañeros, con los que he compartido dudas, materiales y muchas risas. Un tándem genial. 
Con todo esto, sólo quiero deciros que, si os atrae la materia y queréis conocer Google Analytics, no os lo penséis más. El curso merece la pena (eso sí daros prisa porque las plazas vuelan). Aquí os dejo el link al curso por si queréis más información del tema. 
La certificación

Por cierto, si vuestro objetivo es obtener la certificación, aprovecho para compartir mi experiencia y adelantaros algo de información. Tened en cuenta que son 70 preguntas tipo test (en inglés) y que para aprobar hay que responder correctamente al 80% en 90 minutos. El tiempo no es problema, ya que el examen se puede pausar todas las veces que queramos, eso sí, antes de darlo por finalizado repasad que el sistema haya guardado todas vuestras respuestas y no se haya dejado ninguna por el camino (inconvenientes de pausarlo mucho).  
Respecto a las preguntas, al menos en mi caso, abarcaban casi todos los temas: perfiles, objetivos, subdominios, filtros, etiquetado de campañas, cookies, estadísticas en tiempo real, e-commerce... Por lo general, salvo algunas preguntas complicadas, creo que, conociendo la herramienta, el test se puede superar (y que conste que esto lo digo a posteriori tras una semana infernal de pesadillas y sobresaltos). 

Una última cosa: durante el examen, tened la herramienta abierta (os será de utilidad si os surge alguna duda sobre la interfaz), así como la que Google proporciona para generar expresiones regulares para intervalos de IPs. Las necesitaréis.
Por mi parte, tras estas 10 semanas ya sólo me queda averiguar la respuesta a una difícil cuestión: ¿qué voy a hacer ahora con mis sábados?

miércoles, 14 de marzo de 2012

Me encanta que los planes salgan bien

No, no os asustéis. No voy a hablaros de series de acción de los 80, aunque he de decir, que, como a Hannibal Smith, a mí también me encanta que los planes salgan bien. Claro que para eso, primero hay que tener uno. Suena obvio, pero si lo trasladamos al mundo del marketing y la comunicación online parece que a algunos aún no les ha quedado claro. 
Pese a que el plan de marketing digital es una herramienta imprescindible, a menudo nos olvidamos de que nuestras estrategias online también requieren una planificación y un estudio previo. Y es que, como ya hemos debatido en alguna ocasión, nuestra imagen y acciones digitales no se pueden dejar ni a la improvisación ni a las prisas.  
No debemos olvidar que un buen plan de marketing digital nos permitirá no sólo asignar correctamente los recursos, sino también rentabilizar los esfuerzos y obtener una foto que nos permita ver hacia dónde nos dirigimos (o debemos dirigirnos) de una manera clara. 
Si estáis inmersos en la tarea de elaborar este imprescindible documento, recordad que, aunque el off y el on son diferentes, ambos resultan complementarios, por lo que nuestro plan de marketing digital deberá ir siempre de la mano del plan de marketing general de nuestra empresa. Y como siempre, en estos casos, sentido común, lógica y concreción serán claves a la hora de presentar el documento idóneo para nuestros objetivos.
Aunque existen diferentes maneras de realizar un plan de marketing, os dejo un pequeño guión del que suelo emplear con sus diferentes fases:

  • Introducción. Es importante realizar una breve introducción explicando las razones para el desarrollo del plan, sus objetivos y aplicación.
  • Resumen ejecutivo. Se trata de un pequeño resumen en el que debemos incluir los aspectos fundamentales del documento.
  • Parte central. Es la etapa más importante. Está formada por: 
  • Análisis de situación. Dentro de este apartado debemos realizar tanto el análisis interno de nuestra compañía (posicionamiento en el mercado, clientes, puntos fuertes, débiles, análisis interno digital...), como el externo (factores económicos, sociales, legales, análisis de mercado...). Especialmente relevante en este punto es el análisis de la competencia. 
  • Análisis DAFO. El estudio realizado en el punto anterior da lugar a este cuadro en el que debemos sintetizar nuestras debilidades y fortalezas (internas), así como las oportunidades y amenazas (externas).
  • Fijación de objetivos: deben ser temporales, medibles, flexibles y realistas.
  • Desarrollo de estrategias.
  • Plan de acción y ejecución: en el que detallaremos las acciones tácticas a desarrollar. Para cada una de ellas debemos señalar su coste, operativa, timing, responsables y resultados a obtener.
  • Mecanismos de control. El plan debe contemplar mecanismos de control, tanto sobre los objetivos, como los procedimientos y sus responsables, con el fin de corregir posibles desviaciones y procurar la máxima eficiencia.
  • Presupuestos. Todo plan debe incluir un cuadro completo que refleje tanto el presupuesto destinado a cada acción como el retorno previsto de cada indicador.
  • Conclusiones. Finalmente, debemos incluir nuestras recomendaciones para el buen desarrollo del plan de marketing digital.

miércoles, 7 de marzo de 2012

No sin mis objetivos

He de confesar que llevo algún tiempo observando la evolución que muchas empresas están realizando para aprovechar el potencial de la web 2.0. Como siempre cuando surge un nuevo desafío nos encontramos casos de todo tipo: éxitos sorprendentes, sonoros fracasos y sobre todo, proyectos que, aunque no se conviertan en casos de estudio, terminan logrando, a base de esfuerzo y trabajo constante, el objetivo para el que fueron creados. 
Es sobre este punto sobre el que quiero centrarme. A menudo las prisas, las modas o el no querer quedarnos atrás nos llevan a tomar decisiones sin reflexionar, sin pensar qué es adecuado para nuestra marca. Así, me he llegado a tropezar con perfiles de empresa en redes sociales cuyos seguidores se cuentan con los dedos de una mano (véase el dueño de la firma, el community manager freelance que lleva la cuenta y los mejores amigos de este último). ¿De verdad esa empresa necesita estar ahí?
En muchos casos, el problema puede llegar de la mano de un pésimo asesoramiento. No olvidemos esa fantástica figura del ‘vendehumos’ profesional, siempre con su ‘pack infalible y milagroso’ de herramientas digitales bajo el brazo. No os dejéis embaucar por su incesante cháchara (intentarán abrumaros con un montón de galimatías en inglés, señal inequívoca, según ellos, de tener absoluto dominio, control y experiencia en marketing digital). Mi consejo: desconfía siempre del que, sin conocerte, ya sabe lo que necesitas.
Con todo esto sólo quiero decir que, antes de lanzar nuestra marca al ecosistema digital, es necesario pararse y reflexionar. Y en esta reflexión hay dos puntos que nunca debemos olvidar: objetivos y estrategia. Para el éxito de cualquier acción de marketing es vital tener claros estos dos aspectos. A modo de repaso y de manera muy esquemática, he aquí unos conceptos que siempre deben estar presentes: 

  • No se deben desarrollar acciones sin tener una meta y sin conocer a quién se dirige nuestra empresa, nuestro público objetivo. De esta manera podremos enfocar correctamente nuestras acciones y no desperdiciaremos recursos.
  • Tener claros los objetivos a alcanzar es esencial. Éstos deben ser medibles, realistas y flexibles.
  • Una vez aclarados los puntos anteriores, le toca el turno a la estrategia, que desembocará en la selección de medios, canales y acciones idóneas para la consecución de nuestros objetivos.
  • Una última cosa: es importante no obsesionarse. Entrar en el marketing digital no significa olvidarse de las técnicas tradicionales. Recuerda que en la buena integración de ambas reside el éxito.