miércoles, 7 de marzo de 2012

No sin mis objetivos

He de confesar que llevo algún tiempo observando la evolución que muchas empresas están realizando para aprovechar el potencial de la web 2.0. Como siempre cuando surge un nuevo desafío nos encontramos casos de todo tipo: éxitos sorprendentes, sonoros fracasos y sobre todo, proyectos que, aunque no se conviertan en casos de estudio, terminan logrando, a base de esfuerzo y trabajo constante, el objetivo para el que fueron creados. 
Es sobre este punto sobre el que quiero centrarme. A menudo las prisas, las modas o el no querer quedarnos atrás nos llevan a tomar decisiones sin reflexionar, sin pensar qué es adecuado para nuestra marca. Así, me he llegado a tropezar con perfiles de empresa en redes sociales cuyos seguidores se cuentan con los dedos de una mano (véase el dueño de la firma, el community manager freelance que lleva la cuenta y los mejores amigos de este último). ¿De verdad esa empresa necesita estar ahí?
En muchos casos, el problema puede llegar de la mano de un pésimo asesoramiento. No olvidemos esa fantástica figura del ‘vendehumos’ profesional, siempre con su ‘pack infalible y milagroso’ de herramientas digitales bajo el brazo. No os dejéis embaucar por su incesante cháchara (intentarán abrumaros con un montón de galimatías en inglés, señal inequívoca, según ellos, de tener absoluto dominio, control y experiencia en marketing digital). Mi consejo: desconfía siempre del que, sin conocerte, ya sabe lo que necesitas.
Con todo esto sólo quiero decir que, antes de lanzar nuestra marca al ecosistema digital, es necesario pararse y reflexionar. Y en esta reflexión hay dos puntos que nunca debemos olvidar: objetivos y estrategia. Para el éxito de cualquier acción de marketing es vital tener claros estos dos aspectos. A modo de repaso y de manera muy esquemática, he aquí unos conceptos que siempre deben estar presentes: 

  • No se deben desarrollar acciones sin tener una meta y sin conocer a quién se dirige nuestra empresa, nuestro público objetivo. De esta manera podremos enfocar correctamente nuestras acciones y no desperdiciaremos recursos.
  • Tener claros los objetivos a alcanzar es esencial. Éstos deben ser medibles, realistas y flexibles.
  • Una vez aclarados los puntos anteriores, le toca el turno a la estrategia, que desembocará en la selección de medios, canales y acciones idóneas para la consecución de nuestros objetivos.
  • Una última cosa: es importante no obsesionarse. Entrar en el marketing digital no significa olvidarse de las técnicas tradicionales. Recuerda que en la buena integración de ambas reside el éxito. 

6 comentarios:

  1. Toda la razón del mundo. Parece que la moda 2.0 nos nubla la razón y muchas empresas tratan de tirarse a la piscina sin manguitos ni flotador.

    Pero no me extraña que casos como los que comentas existan, me refiero a tener como seguidores al dueño, al CM y cuatro más, si de primeras no tienes claro para qué quieres estar ahí.

    Sin una meta concreta, sin un objetivo claro... ¿hacia dónde caminas? ¿qué pasos das?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El problema es que casos así hay muchos. Y la imagen que se consigue dar de la marca es pésima.
      Gracias por el comentario!

      Eliminar
  2. Me parece muy acertado todo lo que dices, pero tengo una cosa que aclarar. Dices que primero es establecer una meta, saber a qué publico dirigirte y conocer los objetivos. Después de esto, crear la estrategia. Yo creo que la estrategia está antes incluso que los tres puntos anteriores. Tal vez haya que pensar que esos objetivos no son los más adecuados, o que el público objetivo al que te quieres dirigir no quiere saber nada de ti y que tus esfuerzos serán baldíos... La estrategia es lo primero.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo creo que si una empresa no conoce sus objetivos ni el público al que se dirige su producto, poca estrategia puede hacer. Creo que antes de empezar, hay que tener claros esos puntos y a partir de ahí empezar a trabajar para alcanzarlos. Crear una estrategia para una compañía sin conocer todo esto me parece un poco temerario.

      Si no conoces al público objetivo de tu producto, dónde se encuentra, etc. creo que será bastante complicado averiguar cómo llegar a él.

      Gracias por tu aportación!

      Eliminar
  3. Hay muchas empresas que no conocen su público, Anmarah, créeme, aunque eso no quiere decir que no hayan podido desarrollar una actividad comercial suficiente como para no cerrar, entrar en ERE o lucrarse, eh. Lo que quiero decir es que tal vez no hayan pensado en cierto nicho para vender su producto hasta que alguien de fuera les abre los ojos.

    Hay casos que ejemplifican lo que digo: por ejemplo, la cosmética ha empezado hace relativamente poco a ofertarse a los hombres. ¿Crees que fueron las marcas las que se dieron cuenta? Bueno, tal vez, pero estoy seguro de que partieron de una pregunta que nada tenía que ver con el público objetivo. Ellos pensarían en qué hacer para aumentar las ventas. Y alguien pensaría en hacer de los hombres un gran consumidor, en lugar de hacer gastar más a las mujeres.

    Ahí hay estrategia.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En eso tienes toda la razón, aunque hablamos de puntos diferentes. Mi post va más enfocado a algunos de los puntos que hay que tener en cuenta antes de desarrollar un plan de marketing o de comunicación digital y de cómo algunos se acercan a las empresas sin conocerles (y sin molestarse en hacerlo tras un primer contacto) para ofrecerles paquetes que no se ajustan a sus necesidades (obviando esa necesidad de elaborar un plan del que, mediante un estudio previo de esos objetivos, públicos y necesidades, saldrán las acciones). En cualquier caso, será un tema que aborde en profundidad en otro momento (los pasos de un plan de marketing digital: que nunca está de más recordarlo).

      Otro día hablamos del mundo de la cosmética y de sus consumidores, que nos da para un debate largo ;p, y de ejemplos de lo que pongo en el post, que como bien sabes son más comunes de lo que nos gustaría.

      Eliminar