Antes que nada, he de confesar que soy de las que disfruta sobremanera deambulando entre las estanterías de una librería y de las que se pierde en una biblioteca durante horas. Dicho esto, comprenderéis que, ante una buena novela, nada supera, en mi opinión, el delicioso olor que desprenden las páginas y el suave tacto del papel. Lo siento, pero en esto soy analógica.
Esto, sin embargo, no quiere decir que el formato digital (e-book, lo llaman) no se haya colado en mi vida. Lo ha hecho y con fuerza. Simplemente lo reservo para contenidos de corte más profesional. Yo soy así.
Algunos diréis que el formato digital es más cómodo, ligero y económico. No os quito la razón, pero, al menos de momento, no vais a convencerme. Sé que a muchos yo tampoco podré haceros cambiar de opinión, pero quizá, comprenderéis mejor a qué me refiero tras ver la siguiente joya (esta sí, digital). No se me ocurre mejor manera de expresar lo que un libro (sea en el formato que sea) es capaz de proporcionarnos.
Muchos ya la conoceréis. Su título: “The Fantastic Flying Books of Mr. Morris Lessmore”. Se trata de una conmovedora historia sobre los poderes curativos de los libros. En esta época de consumo efímero y de contenidos fugaces, merece la pena pararse 15 minutos a disfrutar de esta historia. Aquí os la dejo, de verdad que es una maravilla.
Y ya sabéis: a leer, sea en el formato que sea.
The Fantastic Flying Books of Mr. Morris Lessmore (2011) from solitudo on Vimeo.
Qué chula la animación, no la conocía. La historia muy buena también.
ResponderEliminarPor cierto, para los que les gusta la lectura, pero son un poco vagonetas, como yo, están también los audiolibros, un género no muy extendido, o no tan popular, pero ir en el coche escuchando una buena historia, bien narrada, como cuando vas escuchando un buen disco... no tiene precio.
A mí también me parece una historia preciosa. Reconozco que lo de los audiolibros no me termina de convencer, aunque es cierto que para cierto público (no sólo los vagonetas) es un servicio útil. Yo prefiero leer, aunque tengo un CD fantástico de poemas de Benedetti recitados por él mismo. Eso sí, venía con el libro ;p
EliminarPara gustos...
Gracias por el comentario!!!
Me ha encantado la historia de esta animación tan original. De vez en cuando cosas así nos recuerdan que los libros y sus historias han sido y serán una parte muy importante en nuestras vidas, y con estos tiempos tan 2.0 se nos olvida.
ResponderEliminarSoy @vanesarrf, muy buen post!
Gracias por tu comentario. Espero que los post que están por llegar te gusten tanto o más que éste ;p.
EliminarUn abrazo!!
Genial el post y el corto. Ese Buster Keaton animado me ha conmovido. Por cierto, se me olvidaba decir que estoy de acuerdo contigo. Los ebooks no me llaman nada. Me rodean en el Metro, pero yo no aparto la mirada de mis páginas. Dentro de poco me mirarán como a un bicho raro.
ResponderEliminarNo podemos negar que los e-books son prácticos, pero para según qué cosas me parecen fríos (por eso los dejo para el ámbito profesional). En mi opinión, pierden el 'alma' que tiene un buen libro. Me apunto al equipo de los bichos raros ;p
EliminarCreo que hemos topado un grupo de fans de los libros. Yo también soy de vuestro equipo de bichos raros, que prefieren leer en "analógico".
ResponderEliminarCreo que los libros con sus páginas, con su olor, su encuadernación y, sobre todo, con sus palabras, son seres llenos de vida que hacen que la nuestra sea mejor.
Efectivamente, la tecnología innova para facilitarnos las cosas, pero en ese afán por la practicidad, se pierde en el camino la esencia, lo que apela a nuestros sentidos, lo humano.
Me quedo con la historia de ese maravilloso corto.
Enhorabuena por el post Anus, cada vez soy más fan de Especies 2.0
Gracias Su! Me encanta que te guste el blog y espero que lo siga haciendo por mucho tiempo. Y me gusta más aún que formes parte de este grupo de 'bichos raros'. Ya ves que por aquí somos unos cuantos :)
EliminarUn besazo!