La respuesta la encontramos en la intervención de Malte Spitz en TED. Bajo el título ‘Tu compañía telefónica está vigilando’, este miembro del Comité Ejecutivo del Partido Verde alemán desgrana hasta qué punto los datos que almacenan los operadores de telefonía y proveedores de internet en virtud de la Directiva Europea de Retención de Datos pueden servir para reconstruir parte de la vida de un usuario.
Así, tras solicitar a su compañía telefónica que le enviase la información almacenada sobre él, Spitz recibió un archivo con 35.830 líneas de código, seis meses de su vida en un CD. Con esos datos y, en colaboración con el periódico alemán Die Zeit alemán, creó una infografía que muestra su actividad en una línea del tiempo interactiva, combinando datos de geolocalización con la información relativa a su vida como político, entradas de Twitter, a su blog y su sitio web. Basta pulsar el botón de reproducción para asistir a un viaje detallado a través de seis meses de su vida.
Pero, ¿qué ocurre cuando se interrelacionan los datos de múltiples usuarios? En su discurso Spitz llega a la conclusión de que, mediante esta información, se puede llegar a ‘tejer’ una gran red, ver cómo la gente se comunica entre sí, a qué hora lo hacen, dónde e incluso cuáles son los centros, los denominados líderes de grupo. Y va más allá al afirmar que, si uno tiene acceso a toda esta información, puede ver lo que está haciendo la sociedad y llegar a controlarla.
La intervención desde luego da que pensar sobre el valor de la privacidad en nuestros días (entre otras cosas). Os la recomiendo: de verdad que merece la pena.
La policía del pensamiento. Cada vez queda menos para que exista de verdad.
ResponderEliminarEs, cuanto menos, preocupante...
EliminarCreo que es evidente que el anonimato es un concepto del pasado. Teléfonos (smartphone o no), correo, Inernet, tarjetas, cámaras de vigilancia ...
ResponderEliminarCreo que puede haber alguien "out there" que me conoce mejor que yo mismo ...
El problema está no sólo en qué datos poseen de ti, sino también en para qué los utilizan...
EliminarInquietante, no tengo palabras. La verdad es que con las redes sociales pasa un poco lo mismo. No quiero ni imaginarme que se pudieran cruzar los datos del móvil con los datos de Facebook y Twitter....
ResponderEliminarMalte Spitz lo hizo y mira el resultado!
EliminarYo estoy seguro de que ya hay un control del pensamiento. No la podemos llamar policía, porque no golpea con sus porras a los que no piensan como quieren los controladores, pero existe una gestión del pensamiento. Si no, cómo se explica que en el mundo actual haya tanta gente que no salga a la calle para protestar ante el abuso de los gobernantes, políticos, banqueros y empresarios a lo Montgomery Burns. Han metido en nuestras fáciles mentes el miedo a pensar diferente, y mucho me temo que esto va a seguir así. Que pensemos en la autodeterminación, vale, yo pienso, pero ¿qué hago? ¿Qué puedo hacer, aparte de mandar a las tecnologías sustentadas en la internet a tomar por el culo?
ResponderEliminarYa sabía yo que esto te iba a tocar la fibra... El problema, como siempre, no es la tecnología en sí, sino el uso que se le da.
EliminarEn mi opinión, lo peor de este caso no es el uso que nosotros podemos dar a nuestros datos, que a fin de cuentas, nuestros son, sino el hecho de que terceros estén en posesión de los mismos sin que realmente seamos conscientes de cómo se emplean ni podamos gestionarlos.
Exacto. La pistola no mata. Mata el pistolero.
EliminarMe acabo de tirar un pedo y huele fatal.
ResponderEliminarSe lo comunico a los de Orange pa que tomen nota..que los teléfonos a dia de hoy tienen ojos y orejas pero narices aun no y eso hay que solucionarlo porque se escapa mucha información ante sus narices!! Ahí queda eso..!!